El auténtico cristiano

 

A menudo se dice hoy en día que el presente siglo tiene sed de autenticidad.
Especialmente en lo que respecta a los jóvenes, se dice que
tienen horror a lo artificial o falso
y que buscan sobre todo la verdad y la honestidad.

Estos “signos de los tiempos” deberían encontrarnos vigilantes.
Ya sea tácitamente o en voz alta, pero siempre con fuerza, se nos pregunta:
¿Realmente crees lo que estás proclamando?
¿Vives lo que crees?
¿Predicas realmente lo que vives?
El testimonio de vida se ha convertido más que nunca en una condición esencial
para una eficacia real en la predicación.
Precisamente por eso somos, en cierta medida,
responsable del progreso del Evangelio que anunciamos.

—POPE ST. PABLO VI, Evangelii Nuntiandin. 76

 

HOY, hay tantas calumnias hacia la jerarquía con respecto al estado de la Iglesia. Sin duda, tienen una gran responsabilidad y responsabilidad por sus rebaños, y muchos de nosotros estamos frustrados con su abrumador silencio, si no cooperación, ante esto revolución global impía bajo la bandera de la “Gran reinicio ". Pero esta no es la primera vez en la historia de la salvación que el rebaño ha sido casi abandonado — esta vez, a los lobos de “progresividad y corrección política”. Sin embargo, es precisamente en esos momentos cuando Dios mira a los laicos, para suscitar en ellos santos que se vuelven como estrellas brillantes en las noches más oscuras. Cuando la gente quiere azotar al clero en estos días, respondo: “Bueno, Dios nos está mirando a usted y a mí. ¡Así que vamos a hacerlo!”.Continuar leyendo