Ballenas muertas en la playa Opoutere de Nueva Zelanda
"Es horrible que esto esté sucediendo a una escala tan grande",marca normanda, Curador del Museo de Victoria
IT Es muy posible que estemos siendo testigos de esos elementos escatológicos de los profetas del Antiguo Testamento comenzando a desarrollarse. Tanto regional como internacional desorden continúan escalando, estamos presenciando que la tierra, su clima, y sus especies animales atraviesan "convulsiones".
Este pasaje de Oseas continúa saltando de la página, uno de los muchos en los que, de repente, hay un fuego debajo de las palabras:
Oíd la palabra del SEÑOR, oh pueblo de Israel, porque el SEÑOR tiene agravio contra los habitantes de la tierra: No hay fidelidad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. ¡Juramento falso, mentira, asesinato, robo y adulterio! En su anarquía, el derramamiento de sangre sigue al derramamiento de sangre. Por tanto, la tierra está de duelo, y todo lo que habita en ella languidece: perecen las bestias del campo, las aves del cielo y hasta los peces del mar. (Oseas 4: 1-3; cf. Romanos 8: 19-23)
Pero no dejemos de prestar atención a las palabras de los profetas, que aun entonces, brotaron del corazón misericordioso de Dios, en medio de las advertencias:
Siembren justicia, cosechen fruto de misericordia; romper su terreno en barbecho, para es el momento para buscar al Señor, que venga y os haga llover salvación. (Oseas 10: 12)