Esta semana, quiero compartir mi testimonio con los lectores, comenzando con mi llamado al ministerio ...
EL REINO UNIDO las homilías fueron secas. La música era espantosa. Y la congregación estaba distante y desconectada. Siempre que salía de la misa de mi parroquia hace unos 25 años, a menudo me sentía más aislado y frío que cuando entré. Además, cuando tenía poco más de veinte años, vi que mi generación se había ido por completo. Mi esposa y yo éramos una de las pocas parejas que todavía iban a misa.Continuar leyendo