Víctimas del genocidio
QUIZÁS el aspecto más miope de nuestra cultura moderna es la noción de que estamos en un camino lineal de avance. Que estamos dejando atrás, a raíz de los logros humanos, la barbarie y el pensamiento estrecho de las generaciones y culturas pasadas. Que estamos soltando los grilletes del prejuicio y la intolerancia y marchamos hacia un mundo más democrático, libre y civilizado.
Esta suposición no solo es falsa, sino peligrosa.
DESDE un lector:
He estado leyendo su serie sobre el “diluvio de falsos profetas” y, a decir verdad, estoy un poco preocupado. Déjame explicarte… Soy un converso reciente a la Iglesia. Una vez fui un pastor protestante fundamentalista del "tipo más malo", ¡era un intolerante! Entonces alguien me dio un libro del Papa Juan Pablo II, y me enamoré de la escritura de este hombre. Renuncié como Pastor en 1995 y en 2005 entré a la Iglesia. Fui a la Universidad Franciscana (Steubenville) y obtuve una Maestría en Teología.
Pero mientras leía su blog, vi algo que no me gustó, una imagen de mí mismo hace 15 años. Me pregunto, porque juré cuando dejé el protestantismo fundamentalista que no sustituiría un fundamentalismo por otro. Mis pensamientos: ten cuidado de no volverte tan negativo que pierdas de vista la misión.
¿Es posible que exista una entidad como "católico fundamentalista"? Me preocupa el elemento heteronómico de su mensaje.