CUANDO Me desperté esta mañana, una nube inesperada y extraña se cernía sobre mi alma. Sentí un fuerte espíritu de violencia y muerte en el aire a mi alrededor. Mientras conducía hacia la ciudad, saqué mi Rosario e, invocando el nombre de Jesús, oré por la protección de Dios. Me tomó alrededor de tres horas y cuatro tazas de café para finalmente descubrir lo que estaba experimentando y por qué: es Halloween .
No, no voy a ahondar en la historia de esta extraña "fiesta" estadounidense ni adentrarme en el debate sobre si participar o no en ella. Una búsqueda rápida de estos temas en Internet proporcionará una amplia lectura entre los ghouls que llegan a tu puerta, trucos amenazantes en lugar de golosinas.
Más bien, quiero ver en qué se ha convertido Halloween y cómo es un presagio, otro "signo de los tiempos".
