QUIERO para dar un mensaje de esperanzatremenda esperanza. Sigo recibiendo cartas en las que los lectores se desesperan mientras observan el continuo declive y la decadencia exponencial de la sociedad que los rodea. Nos duele porque el mundo está en una espiral descendente hacia una oscuridad sin precedentes en la historia. Sentimos dolores porque nos recuerda que así no es nuestro hogar, pero el cielo es. Así que escuche de nuevo a Jesús:
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. (Mateo 5: 6)