JESÚS no quita nuestras cruces, nos ayuda a llevarlas.
Muy a menudo, en el sufrimiento, sentimos que Dios nos ha abandonado. Esta es una terrible mentira. Jesús prometió permanecer con nosotros "hasta el fin de los tiempos."
ACEITES DE SUFRIMIENTO
Dios permite ciertos sufrimientos en nuestra vida, con la precisión y el cuidado de un pintor. Él permite una pizca de blues (dolor); Él mezcla un poco de rojoinjusticia); Mezcla un poco de grisfalta de consuelo)… E incluso negro (desgracia).
Confundimos el trazo de los ásperos pelos del cepillo con el rechazo, el abandono y el castigo. Pero Dios en su misterioso plan, usa el aceites de sufrimiento—Introducido al mundo por nuestro pecado— para crear una obra maestra, si se lo permitimos.
¡Pero no todo es pena y dolor! Dios también agrega a este lienzo amarillo (consuelo), púrpura (paz), y verde (misericordia).
Si Cristo mismo recibió el alivio de Simón cargando su cruz, el consuelo de Verónica enjugando su rostro, el consuelo de las mujeres llorando de Jerusalén, y la presencia y el amor de su Madre y amado amigo Juan, ¿no lo hará Él, que nos manda a tomar nuestra cruz y seguirlo, ¿no permitir también consuelos a lo largo del Camino?