El gran despojo

 

IN Abril de este año, cuando las iglesias comenzaron a cerrar, la “palabra ahora” fue fuerte y clara: Los dolores de parto son realesLo comparé con cuando a una madre se le rompe la fuente y comienza el parto. Aunque las primeras contracciones pueden ser tolerables, su cuerpo ahora ha comenzado un proceso que no se puede detener. Los meses siguientes fueron similares a los de la madre haciendo las maletas, conduciendo hasta el hospital y entrando en la sala de partos para pasar, por fin, el próximo parto.Continuar leyendo