AS Estaba orando ante el Santísimo Sacramento el fin de semana pasado, sentí el intenso dolor de Nuestro Señor: sollozando, parecía, que la humanidad ha rechazado tanto Su amor. Durante la hora siguiente, lloramos juntos... yo, suplicando profusamente Su perdón por mi fracaso colectivo y el nuestro de amarlo a Él a cambio... y Él, porque la humanidad ahora ha desatado una Tormenta de su propia creación.Continuar leyendo →