2020: la perspectiva de un vigilante

 

Y así que eso fue 2020. 

Es interesante leer en el ámbito secular lo feliz que está la gente de dejar atrás el año, como si el 2021 volviera pronto a la "normalidad". Pero ustedes, mis lectores, saben que este no va a ser el caso. Y no solo porque los líderes mundiales ya han se anunciaron que nunca volveremos a la “normalidad”, pero, lo que es más importante, el Cielo ha anunciado que el Triunfo de Nuestro Señor y la Señora están en camino, y Satanás lo sabe, sabe que le queda poco tiempo. Así que ahora estamos entrando en la decisiva Choque de los reinos - la voluntad satánica contra la voluntad divina. ¡Qué momento tan glorioso para estar vivo!Continuar leyendo

En el umbral

 

ESTA semana, una profunda e inexplicable tristeza se apoderó de mí, como en el pasado. Pero ahora sé qué es esto: es una gota de tristeza del Corazón de Dios, que el hombre lo haya rechazado hasta el punto de llevar a la humanidad a esta dolorosa purificación. Es la tristeza de que a Dios no se le haya permitido triunfar sobre este mundo por medio del amor sino que debe hacerlo, ahora, por medio de la justicia.Continuar leyendo

Su testimonio

LA PALABRA DEL AHORA EN LAS LECTURAS MASIVAS
para el 4 de diciembre de 2013

Textos litúrgicos esta página

 

 

Cojos, ciegos, deformes, mudos… estos son los que se reunieron alrededor de los pies de Jesús. Y el Evangelio de hoy dice: "Él los curó". Minutos antes, uno no podía caminar, otro no podía ver, uno no podía trabajar, otro no podía hablar… y de repente, ellos podrían. Quizás un momento antes, se estaban quejando, “¿Por qué me ha pasado esto? ¿Qué te hice yo, Dios? ¿Por qué me has abandonado ...? Sin embargo, momentos después, dice "glorificaron al Dios de Israel". Es decir, de repente estas almas tuvieron un testimonio

Continuar leyendo

Paz en presencia, no ausencia

 

HIDDEN parece de los oídos del mundo es el grito colectivo que escucho del Cuerpo de Cristo, un grito que llega a los Cielos: “Padre, si es posible, ¡quítame esta copa!”Las cartas que recibo hablan de una tremenda tensión familiar y financiera, la pérdida de seguridad y una creciente preocupación por La tormenta perfecta que ha surgido en el horizonte. Pero como suele decir mi director espiritual, estamos en un "campo de entrenamiento", entrenando para este presente y por venir "confrontación final”Que afronta la Iglesia, como decía Juan Pablo II. Lo que parecen ser contradicciones, interminables dificultades e incluso un sentimiento de abandono es el Espíritu de Jesús obrando por la mano firme de la Madre de Dios, formando sus tropas y preparándolas para la batalla de los siglos. Como dice en ese precioso libro de Eclesiástico:

Hijo mío, cuando vengas a servir al Señor, prepárate para las pruebas. Sea sincero de corazón y firme, imperturbable en tiempos de adversidad. Aférrate a él, no lo desampares; así será tu futuro grandioso. Acepta lo que te suceda, ten paciencia en la aplastante desgracia; porque en el fuego se prueba el oro, y los hombres dignos en el crisol de la humillación. (Eclesiástico 2: 1-5)

 

Continuar leyendo