POBREZA DE SIMPLICIDAD
Natividad

GEERTGEN hasta Sint Jans, 1490

 

WE contemplar en el Tercer Misterio Gozoso que Jesús no nació ni en un hospital esterilizado ni en un palacio. Nuestro Rey fue acostado en un pesebre "porque no había lugar para ellos en la posada."

Y José y María no insistieron en el consuelo. No buscaron lo mejor, aunque con razón podrían haberlo exigido. Quedaron satisfechos con la sencillez.

La vida del auténtico cristiano debe ser sencilla. Uno puede ser rico y, sin embargo, llevar un estilo de vida sencillo. Significa vivir con lo que uno necesita, en lugar de lo que quiere (dentro de lo razonable). Nuestros armarios suelen ser el primer termómetro de sencillez.

La sencillez tampoco significa tener que vivir en la miseria. Estoy seguro de que José limpió el pesebre, que María lo tapó con un paño limpio y que sus pequeños aposentos estaban ordenados lo más posible para la venida de Cristo. Así también nuestro corazón debe estar preparado para la venida del Salvador. La pobreza de la sencillez le deja lugar.

También tiene una cara: contentamiento.

I have learned the secret of being well fed and of going hungry, of living in abundance and being in need. I have the strength for everything through him who empowers me. (Filipenses 4: 12-13)

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Publicado en INICIO, LAS CINCO POBREZAS.