El momento de gracia

RETIRO DE CUARESMA
Día 27

 

CUANDO Dios entró en la historia humana en carne y hueso a través de la persona de Jesús, se podría decir que bautizó equipo sí mismo. De repente, Dios, para quien está presente toda la eternidad, caminaba a través de segundos, minutos, horas y días. Jesús estaba revelando que el tiempo mismo es una intersección entre el cielo y la tierra. Su comunión con el Padre, su soledad en la oración y todo su ministerio se midieron en el tiempo. y la eternidad a la vez…. Y luego se volvió hacia nosotros y dijo ...

El que me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí también estará mi servidor. (Juan 12:26)

¿Cómo podemos nosotros, que permanecemos en la tierra, estar con Cristo, que está sentado en el cielo? La respuesta es estar donde Él está en la tierra: en el momento presente. El momento pasado se ha ido; el que viene no ha llegado. El único momento que es, es el momento presente. Y por lo tanto, ahí también es donde está Dios, por eso es el Momento de gracia. Entonces, cuando Jesús dijo, "Busca primero el reino de Dios", el único lugar para buscarlo es donde está, en la voluntad de Dios en el momento presente. Como dijo Jesús,

... el reino de Dios está cerca. (Mateo 3: 2)

El peregrino espiritual, entonces, no es uno que corre adelante, sino uno que cuidadosa y amorosamente da un pequeño escalón a la vez. Mientras el mundo serpentea por el camino ancho y fácil, la voluntad de Dios se expresa en lo que sea que la próxima demanda requiera nuestro estado de vida. Así como Jesús besó su cruz, deberíamos besar estos pequeños momentos de cambiar pañales, declarar impuestos o barrer el piso, porque existe es la voluntad de Dios.

A la edad de 12 años, Jesús santificó el ordinario cuando salió del templo en Jerusalén y regresó a casa con sus padres.

Bajó con ellos y llegó a Nazaret, y les obedeció… Y Jesús avanzó en sabiduría, edad y favor ante Dios y los hombres. (Lucas 2: 51-42)

Pero durante los siguientes 18 años, Nuestro Señor no hizo más que el deber del momento. Por lo tanto, uno estaría trágicamente equivocado al decir que esto no fue un esencial parte del ministerio y testimonio de Cristo. Si Jesús transformó la piel de los leprosos años después, en Nazaret estaba transformando la naturaleza del trabajo: Dios estaba santificando el deber del momento. Hizo santificar lavar los platos, barrer el piso y limpiar el serrín de los muebles; Hizo sagrado llevar agua, hacer la cama y ordeñar una cabra; Hizo santo echando una red de pesca, cavando el jardín y lavando la ropa. Porque esta era la voluntad del Padre para él.

Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra. (Juan 4:34)

Entonces, al principio, ¡la obra del Padre era ser carpintero! ¿No podríamos imaginar que este próximo pequeño dicho de Jesús fue quizás un eco de la sabiduría de María o José cuando estaba creciendo?

El que es fiel en muy poco, también es fiel en mucho. (Lucas 16:10)

Ayer hablé sobre el abandono total a Dios por siendo fiel en cada momento, ya sea que la voluntad de Dios traiga consuelos o cruces. Este abandono incluye dejar ir tanto el pasado como el futuro. Como dijo Jesús,

Incluso las cosas más pequeñas están fuera de tu control. (Lucas 12:26)

O como dice el proverbio ruso:

Si no muere primero, tendrá tiempo para hacerlo. Si muere antes de que termine, no es necesario que lo haga.

P. Jean-Pierre de Caussade lo expresa así:

Nuestra única satisfacción debe ser vivir el momento presente como si no hubiera nada que esperar más allá de él. —Pr. Jean-Pierre de Caussade, Abandono a la Divina Providencia, traducido por John Beevers, pág. (Introducción)

Y entonces, "No te preocupes por mañana," Jesus dijo, "Mañana se cuidará solo". ^{[ 1 ]} (Mateo. 6: 34)

Hay un versículo en los salmos de David que está lleno de sabiduría, especialmente en nuestra era de incertidumbre.

Lámpara es a mis pies tu palabra, lumbrera a mi camino. (Salmo 119: 105)

La voluntad de Dios es, en la mayoría de los casos, no un faro, sino simplemente una lámpara, suficiente luz para el siguiente paso. A menudo hablo con jóvenes que dicen: “No sé lo que Dios quiere que haga. Siento este llamado a hacer esto o aquello, pero no sé qué debo hacer… ”Y mi respuesta es: haz tu tarea, lava los platos. Mira, si estás haciendo la voluntad de Dios momento a momento, esforzándote por ser fiel a Él, entonces no perderás el giro en la curva, la puerta abierta o el cartel que dice: "De esta manera, hijo mío".

Piense en un tiovivo, de esos con los que jugaba de niño y que giraba en círculos. Cuanto más se acercaba uno al centro del tiovivo, más fácil era agarrarlo, pero en los bordes era bastante difícil agarrarse cuando iba muy rápido. El centro es como el momento presentedonde la eternidad se cruza con el tiempo-el Momento de gracia. Pero si está "al límite" aferrándose al futuro, o aferrándose al pasado, perderá la paz. El lugar de descanso del alma peregrina está en el ahora, el Momento de Gracia, porque ahí es donde está Dios. Si dejamos ir lo que no podemos cambiar, si nos abandonamos a la voluntad permisiva de Dios, entonces nos convertimos en un niño pequeño que no puede hacer nada más que sentarse resignado en las rodillas de su papá en el momento. Y Jesús dijo: “A tales como estos pequeños pertenece el Reino de los Cielos”. El Reino se encuentra solo donde está: en el Momento de Gracia, porque Jesús dijo:

... el reino de Dios está cerca. (Mateo 3: 2)

 

RESUMEN Y ESCRITURA

El deber del momento es el Momento de Gracia porque ahí es donde está Dios y donde debe estar Su siervo.

¿Quién de ustedes, al estar ansioso, puede agregar una hora a su vida? Si entonces no eres capaz de hacer algo tan pequeño como eso, ¿por qué estás ansioso por el resto? … No temas más, manada pequeña, porque a tu Padre le agrada darte el reino. (Lucas 12: 25-26, 32)

 

Jesús también está presente en cada momento en el bendito Sacramento.
Su e es una canción que escribí llamada Aquí estás… 

 

 
Gracias por su apoyo y oraciones!

 

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