RETIRO DE CUARESMA
Día 26
TODO LO QUE Lo que he dicho hasta este punto de nuestro retiro se puede resumir de esta manera: la vida en Cristo consiste en haciendo la voluntad del padre con la ayuda del Espíritu Santo. ¡Es así de simple! Para crecer en santidad, para alcanzar incluso las alturas mismas de la santidad y la unión con Dios, no es necesario convertirse en teólogo. De hecho, eso incluso podría ser un obstáculo para algunos.
En realidad, la santidad consiste en una sola cosa: total lealtad a la voluntad de Dios. —Pr. Jean-Pierre de Caussade, Abandono a la Divina Providencia, traducido por John Beevers, pág. (Introducción)
De hecho, Jesús dijo:
No todo el que me dice: 'Señor, Señor' entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. (Mateo 7:21)
Hay muchos hoy clamando “¡Señor, Señor, tengo un Maestro en Divinidad! ¡Señor, tengo un diploma en Ministerio Juvenil! ¡Señor, he fundado un apostolado! ¡Señor, Señor, soy sacerdote! ... ” Pero es el que hace la voluntad del Padre que entrará en el reino de los cielos. Y esta docilidad a la voluntad de Dios es lo que Jesús quiere decir cuando dice:
A menos que se vuelvan y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos. (Mateo 18: 3)
¿Qué significa volverse como un niño pequeño? Es ser totalmente abandonado en toda circunstancia, cualquiera que sea su forma, aceptándolo como la voluntad de Dios. En una palabra, es ser fiel hacerlo.
Jesús está mostrando un Camino Sencillo, para unirse momento a momento a la voluntad del Padre en todas las cosas. Pero Jesús no solo lo predicó, lo vivió. A pesar de que Él era la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, Jesús haría nada aparte de Su Padre.
... un hijo no puede hacer nada por sí mismo, sino solo lo que ve hacer a su padre; porque lo que él hace, también lo hará su hijo… Yo no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. (Juan 5:19, 30)
¿No es asombroso que Jesús, que también es Dios, no diera un paso sin hacerlo con y en el Padre?
Mi Padre está trabajando hasta ahora, entonces yo estoy trabajando. (Juan 5:17)
Si consideramos a los patriarcas, a los profetas, hasta llegar a Nuestra Santísima Madre, vemos que su espiritualidad, su vida interior consistía esencialmente en hacer la voluntad de Dios con todo su corazón, mente y cuerpo. ¿Dónde estaban sus directores espirituales, sus consejeros, sus consejeros espirituales? ¿Qué blogs leyeron o podcasts escucharon? Para ellos, la vida en Dios consistía en la sencillez de fidelidad en toda circunstancia.
María era la más sencilla de todas las criaturas y la más unida a Dios. Su respuesta al ángel cuando dijo: "Fiat mihi secundum verbum tuum ” (“Hágase en mí lo que has dicho”) contenía toda la teología mística de sus antepasados a quienes todo se reducía, como está ahora, a la más pura y simple sumisión del alma a la voluntad de Dios, bajo cualquier forma. se presenta. —Pr. Jean-Pierre Caussade, Abandono a la Divina Providencia, Clásicos de San Benito, pág. 13-14
Es el Camino Sencillo que tomó Jesús mismo.
… Se vació, tomando forma de esclavo… se humilló, haciéndose obediente hasta la muerte, incluso la muerte de cruz. (Filipenses 2: 7)
Y ahora, Él ha señalado el Camino para ti y para mí.
Como el Padre me amó, también yo os amé a vosotros; permanece en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. (Juan 15: 9-10)
Hoy en día, muchos quieren adherirse a esta o aquella espiritualidad, a este o aquel profeta, a este o aquel movimiento. Hay muchos pequeños afluentes que conducen a Dios, pero el camino más simple y directo es seguir el Gran Río de la voluntad de Dios que fluye en Sus mandamientos, el deber del momento y lo que Su voluntad permisiva presenta a lo largo del día. Este es el Camino Estrecho del Peregrino que conduce a una profundidad de conocimiento, sabiduría, santidad y unión con Dios que sobrepasa todos los demás caminos, ya que es el mismo camino que recorrió Jesús mismo.
RESUMEN Y ESCRITURA
El fundamento de la vida interior es abandonarse a la voluntad de Dios en todas las cosas, viendo en lo que la vida se presenta, el Camino Sencillo de unión con Dios.
El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama. Y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él. (Juan 14:21)
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