POBREZA DE LA RENDICIÓN

Quinto Misterio Gozoso

Quinto Misterio Gozoso (Desconocido)

 

AÚN tener al Hijo de Dios como su hijo no es garantía de que todo saldrá bien. En el Quinto Misterio Gozoso, María y José descubren que Jesús no está en su convoy. Después de buscarlo, lo encuentran en el Templo en Jerusalén. La Escritura dice que estaban "asombrados" y que "no entendieron lo que les dijo".

La quinta pobreza, que puede ser la más difícil, es la de entrega: aceptar que somos impotentes para evitar muchas de las dificultades, problemas y reveses que presenta cada día. Vienen, y estamos asombrados, especialmente cuando son inesperados y aparentemente inmerecidos. Aquí es precisamente donde experimentamos nuestra pobreza ... nuestra incapacidad para comprender la misteriosa voluntad de Dios.

Pero abrazar la voluntad de Dios con docilidad de corazón, ofreciendo como miembros del real sacerdocio nuestro sufrimiento a Dios para que sea transformado en gracia, es la misma docilidad con la que Jesús aceptó la Cruz, diciendo: "No se haga mi voluntad, sino la tuya". ¡Qué pobre se volvió Cristo! ¡Qué ricos somos por eso! Y cuán rica se volverá el alma de otro cuando el oro de nuestro sufrimiento se ofrece por ellos desde la pobreza de la entrega.

La voluntad de Dios es nuestro alimento, aunque a veces tenga un sabor amargo. La Cruz fue amarga en verdad, pero no hubo resurrección sin ella.

La pobreza de la entrega tiene rostro: paciencia.

I know your tribulation and poverty, but you are rich... Do not be afraid of anything you are going to suffer... remain faithful until death, I will give you the crown of life. (Apocalipsis 2: 9-10)

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Publicado en INICIO, LAS CINCO POBREZAS.