Sobre la crítica del clero

 

WE están viviendo en tiempos supercargados. La capacidad de intercambiar pensamientos e ideas, de diferir y debatir, es casi una época pasada. ^{[ 1 ]}ver Sobreviviendo a nuestra cultura tóxica y Ir a los extremos Es parte de la Gran tormenta y Desorientación diabólica que está barriendo el mundo como un huracán que se intensifica. La Iglesia no es una excepción, ya que la ira y la frustración contra el clero continúan aumentando. El discurso y el debate saludables tienen su lugar. Pero con demasiada frecuencia, especialmente en las redes sociales, es todo menos saludable. 

 

HABLAR EL PASEO 

Si debemos Camina con la Iglesia, entonces debemos tener cuidado, también, de cómo hablar sobre la Iglesia. El mundo está mirando, simple y llanamente. Leen nuestros comentarios; notan nuestro tono; ellos miran para ver si somos cristianos sólo de nombre. Esperan a ver si perdonamos o juzgaremos; si somos misericordiosos o si estamos airados. En otras palabras, para ver si somos como jesus.

A menudo no es lo que decimos, sino cómo lo decimos. Pero lo que decimos también cuenta. 

Por esto podemos estar seguros de que estamos en él: quien dice que permanece en él, debe andar de la misma manera en que caminó. (1 Juan 2: 5-6)

Ante los escándalos sexuales que han surgido en la Iglesia, la inacción o encubrimientos de algunos obispos, y las diversas controversias en torno al papado del Papa Francisco, la tentación es acudir a las redes sociales, o en discusión con otros, y utilizar la oportunidad de "desahogarse". ¿Pero deberíamos?

 

CORREGIR OTRO

La "corrección" de un hermano o hermana en Cristo no es solo moral, sino que se considera una de las siete Obras espirituales de misericordia. San Pablo escribió:

Hermanos, incluso si una persona es sorprendida en alguna transgresión, ustedes que son espirituales deben corregirla con un espíritu amable, mirándose a sí mismos, para que tampoco ustedes sean tentados. (Gálatas 6: 1)

Pero hay, por supuesto, todo tipo de salvedades al respecto. Para uno:

No juzguéis, para que no seáis juzgados… ¿Por qué ves la mota que está en el ojo de tu hermano, y no notas la viga que está en tu propio ojo? (Mateo 7: 1-5)

Una “regla empírica”, nacida de la sabiduría de los santos, es considerar las propias faltas primero antes de insistir en las de los demás. En presencia de la propia verdad, la ira tiene una forma divertida de escupir. A veces, especialmente con respecto a las fallas y debilidades personales de otra persona, es mejor simplemente "cubrir su desnudez",^{[ 2 ]}cf. Golpear al Ungido de Dios o como dijo San Pablo, “Llevad las cargas unos de otros, y así cumpliréis la ley de Cristo”. ^{[ 3 ]}Gálatas 6:2

Corregir a otra persona debe hacerse de tal manera que se respete la dignidad y la reputación de esa persona. Cuando se trata de un pecado grave que causa escándalo, Jesús dio instrucciones en Mateo 18: 15-18 sobre cómo lidiar con él. Incluso entonces, la "corrección" comienza en privado, cara a cara. 

 

CORRECCIÓN CLÉRICA

¿Qué hay de corregir a sacerdotes, obispos o incluso al Papa?

Son, ante todo, nuestros hermanos en Cristo. Todas las reglas anteriores se aplican en la medida en que se mantenga la caridad y el protocolo adecuado. Recuerde, la Iglesia no es una organización secular; es la familia de Dios, y debemos tratarnos unos a otros como tales. Como dijo el cardenal Sarah:

Debemos ayudar al Papa. Debemos estar con él como lo haríamos con nuestro propio padre. —Cardenal Sarah, 16 de mayo de 2016, Cartas del Diario de Robert Moynihan

Considere esto: si su propio padre o su párroco cometieron un error de juicio o enseñaron algo incorrectamente, ¿iría a Facebook frente a todos sus "amigos", que podrían incluir a otros feligreses y personas de su comunidad, y llamarlo a todos? tipos de nombres? Probablemente no, porque tienes que enfrentarte a él ese domingo, y eso sería bastante incómodo. Y, sin embargo, esto es precisamente lo que la gente está haciendo en línea con los pastores actuales de nuestra Iglesia hoy. ¿Por qué? Porque es fácil lanzar piedras a personas que nunca conocerás. No solo es cobardía, sino que también es un pecado si las críticas son injustas o poco caritativas. ¿Cómo saber si ese es el caso?

 

LAS DIRECTRICES 

Estos imperativos del Catecismo deberían guiar nuestro discurso cuando se trata del clero o de cualquier persona a quien estemos tentados a desacreditar en línea o mediante chismes:

El respeto por la reputación de las personas prohíbe toda actitud y palabra que pueda causarles un daño injusto. Se vuelve culpable:

- de juicio precipitado que, incluso tácitamente, asume como verdadera, sin fundamento suficiente, la falta moral del prójimo;

- de detracción quien, sin una razón objetivamente válida, revela las faltas y faltas de otro a personas que no las conocían; 

- de calumnia que, con comentarios contrarios a la verdad, daña la reputación de los demás y da lugar a juicios falsos sobre ellos.

Para evitar un juicio precipitado, todos deben tener cuidado de interpretar, en la medida de lo posible, los pensamientos, las palabras y los hechos de su vecino de una manera favorable:

Todo buen cristiano debería estar más dispuesto a dar una interpretación favorable a la declaración de otro que a condenarla. Pero si no puede hacerlo, que pregunte cómo lo entiende el otro. Y si este último lo entiende mal, que el primero lo corrija con amor. Si eso no es suficiente, deje que el cristiano intente todas las formas adecuadas para llevar al otro a una interpretación correcta para que pueda ser salvo. 

La detracción y la calumnia destruyen la reputación y el honor del prójimo. El honor es el testimonio social que se da a la dignidad humana, y todos disfrutan del derecho natural al honor de su nombre y reputación y al respeto. Así, la detracción y la calumnia atentan contra las virtudes de la justicia y la caridad. -Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2477-2478

 

ALTERAR A CRISTO

Aquí hay algo aún más delicado con respecto a nuestro clero. No son meros administradores (aunque algunos pueden actuar así). Teológicamente hablando, su ordenación hace entonces un alterar Christus- "otro Cristo" - y durante la Misa, están allí "en la persona de Cristo la cabeza".

De [Cristo], obispos y sacerdotes reciben la misión y la facultad (“el poder sagrado”) para actuar en persona Christi Capitis. -Catecismo de la Iglesia Católica, nº 875

Como alter Christus, el sacerdote está profundamente unido al Verbo del Padre que, al encarnarse tomó la forma de siervo, se convirtió en siervo (Fil 2, 5-11). El sacerdote es un servidor de Cristo, en el sentido de que su existencia, configurada ontológicamente a Cristo, adquiere un carácter esencialmente relacional: está en Cristo, para Cristo y con Cristo, al servicio de la humanidad. —PAPA BENEDICTO XVI, Audiencia general, 24 de junio de 2009; vaticano.va

Pero algunos sacerdotes, obispos e incluso papas no cumplen con esta gran responsabilidad y, a veces, fracasan estrepitosamente. Esta es una causa de dolor y escándalo y potencialmente la pérdida de la salvación para algunos que proceden a rechazar a la Iglesia por completo. Entonces, ¿cómo respondemos en situaciones como estas? Hablando de los "pecados" de nuestros pastores podrían sea ​​justo e incluso necesario cuando se trate de un escándalo o de corregir una falsa enseñanza. ^{[ 4 ]}Recientemente, por ejemplo, comenté sobre el Declaración de Abu Dhabi que el Papa firmó y que afirmó que “Dios quiso” una diversidad de religiones, etc. A primera vista, la redacción es engañosa, y de hecho, el Papa sí logró corrija este entendimiento cuando el obispo Athanasius Schneider lo vio en persona, diciendo que era la voluntad “permisiva” de Dios. [7 de marzo de 2019; lifesitenews.com] Sin entrar en un "juicio precipitado", uno puede simplemente aportar claridad sin atacar el carácter o la dignidad de un clérigo o impugnar sus motivos (a menos que pueda leer su mente). 

Pero qué delicado es esto. En palabras de Jesús a Santa Catalina de Siena:

[Es] Mi intención que los Sacerdotes sean considerados con la debida reverencia, no por lo que son en sí mismos, sino por Mi causa, por la autoridad que les he dado. Por lo tanto, los virtuosos no deben disminuir su reverencia, incluso si estos sacerdotes se quedan cortos en virtud. Y, en cuanto a las virtudes de mis Sacerdotes, os las he descrito poniéndolas ante vosotros como administradores del ... Cuerpo y Sangre de Mi Hijo y de los demás Sacramentos. Esta dignidad es de todos los que son designados como mayordomos, tanto de los malos como de los buenos ... [Por] virtud y por su dignidad sacramental debéis amarlos. Y deberías odiar los pecados de aquellos que llevan una vida malvada. Pero no por todos los que nos erigimos como sus jueces; esta no es Mi Voluntad porque son Mis Cristos, y deben amar y reverenciar la autoridad que les he dado.

Sabes bastante bien que si alguien sucio o mal vestido te ofreciera un gran tesoro que te daría la vida, no desdeñarías al portador por amor al tesoro, y al señor que lo ha enviado, aunque el portador sea andrajoso. e inmundos… Debes despreciar y odiar los pecados de los sacerdotes y tratar de vestirlos con ropas de caridad y santa oración y lavar su inmundicia con tus lágrimas. De hecho, los he designado y les he dado para que sean ángeles en la tierra y soles, como les he dicho. Cuando son menos que eso, debes orar por ellos. Pero no debes juzgarlos. Déjame el juicio a Mí, y yo, por tus oraciones y mi propio deseo, tendré misericordia de ellos. —Catherine de Siena; Inter-American Dialogue, traducido por Suzanne Noffke, OP, Nueva York: Paulist Press, 1980, págs. 229-231 

Una vez, San Francisco de Assissi fue desafiado por su inquebrantable reverencia por los sacerdotes cuando alguien señaló que el pastor local estaba viviendo en pecado. Se le preguntó a Francisco: "¿Debemos creer en su enseñanza y respetar los sacramentos que realiza?" En respuesta, el santo fue a la casa del sacerdote y se arrodilló ante él diciendo:

No sé si estas manos están manchadas como dice el otro. [Pero] sí sé que incluso si lo son, eso de ninguna manera disminuye el poder y la eficacia de los sacramentos de Dios ... Por eso beso estas manos por respeto a lo que realizan y por respeto a Aquel que dio Su autoridad para ellos. - “El peligro de criticar a los obispos y sacerdotes” por el Rev. Thomas G. Morrow, hprweb.com

 

CRITICAR AL CLERO

Es común escuchar a los que acusan al Papa Francisco de esto o aquello decir: “No podemos quedarnos callados. ¡Es solo para criticar al obispo e incluso al Papa! " Pero es vanidad pensar que criticar a un clérigo que vive en Roma es sentarse allí leyendo tus comentarios. Entonces, ¿de qué sirve desatar el vitriolo? Una cosa es estar confundido e incluso enojado por algunas de las cosas realmente desconcertantes que surgen del Vaticano en estos días. Otra es desahogar esto en línea. ¿A quién intentamos impresionar? ¿Cómo ayuda eso al Cuerpo de Cristo? ¿Cómo cura eso la división? ¿O no está causando más heridas, creando más confusión o posiblemente debilitando aún más la fe de aquellos que ya están conmovidos? ¿Cómo sabe quién está leyendo sus comentarios y si los está expulsando de la Iglesia con declaraciones precipitadas? ¿Cómo sabe que alguien que podría estar considerando convertirse en católico no se asusta repentinamente por sus palabras si su lengua pinta la jerarquía con un pincel monstruoso? No exagero cuando digo que leo este tipo de comentarios casi todos los días.

Te sientas y hablas contra tu hermano, calumniando al hijo de tu madre. Cuando hagas estas cosas, ¿debo guardar silencio? (Salmo 50: 20-21)

Por otro lado, si uno habla a los que luchan, recordándoles que ninguna crisis, por grave que sea, es más grande que la del Fundador de nuestra Iglesia, entonces está haciendo dos cosas. Estás afirmando el poder de Cristo en cada prueba y tribulación. En segundo lugar, está reconociendo los problemas sin cuestionar el carácter de otro. 

Por supuesto, es irónico que escriba esto el día en que el arzobispo Carlo Maria Viganò y el papa Francisco entablaron un doloroso intercambio público acusándose mutuamente de mentir sobre el ex cardenal Theodore McCarrick.^{[ 5 ]}cf. cruxnow.com De hecho, estos son los tipos de pruebas que solo aumentarán en los próximos días. Todavía…

 

UNA CRISIS DE FE

… Creo que lo que dijo hace un tiempo Maria Voce, Presidenta de los Focolares, es muy sabio y verdadero:

Los cristianos deben tener presente que es Cristo quien guía la historia de la Iglesia. Por tanto, no es el enfoque del Papa lo que destruye a la Iglesia. Esto no es posible: Cristo no permite que la Iglesia sea destruida, ni siquiera por un Papa. Si Cristo guía a la Iglesia, el Papa de nuestros días dará los pasos necesarios para seguir adelante. Si somos cristianos, debemos razonar así… Sí, creo que esta es la causa principal, no estar arraigados en la fe, no estar seguros de que Dios envió a Cristo a fundar la Iglesia y que cumplirá su plan a través de la historia a través de personas que ponerse a su disposición. Ésta es la fe que debemos tener para poder juzgar a cualquiera y todo lo que suceda, no solo al Papa. -Vaticano Insider, 23 de diciembre de 2017

Estoy de acuerdo. En la raíz misma de algunos discursos poco caritativos está el temor de que Jesús realmente no esté a cargo de Su Iglesia. Que después de 2000 años, el Maestro se ha quedado dormido. 

Jesús estaba en la popa, dormido sobre un cojín. Lo despertaron y le dijeron: "Maestro, ¿no te importa que estemos pereciendo?" Se despertó, reprendió al viento y le dijo al mar: “¡Silencio! ¡Estate quieto!" El viento cesó y hubo una gran calma. Luego les preguntó: “¿Por qué están aterrorizados? ¿Aún no tienes fe? (Mateo 4: 38-40)

Amo el sacerdocio. No hay Iglesia católica sin sacerdocio. De hecho, espero poder escribir en breve cómo es el sacerdocio en el mismo corazón de los planes de Nuestra Señora para su Triunfo. Si uno se vuelve contra el sacerdocio, si levanta la voz en una crítica injusta y poco caritativa, está ayudando a hundir el barco, no a salvarlo. En ese sentido, creo que muchos de los cardenales y obispos, incluso los más críticos con el Papa Francisco, nos están dando un buen ejemplo al resto de nosotros. 

Absolutamente no. Nunca dejaré la Iglesia Católica. Pase lo que pase, tengo la intención de morir como católico romano. Nunca seré parte de un cisma. Solo mantendré la fe como la conozco y responderé de la mejor manera posible. Eso es lo que el Señor espera de mí. Pero les puedo asegurar esto: no me encontrarán como parte de ningún movimiento cismático o, Dios no lo quiera, que lleve a la gente a separarse de la Iglesia Católica. En lo que a mí respecta, es la iglesia de nuestro Señor Jesucristo y el Papa es su vicario en la tierra y no me voy a separar de eso. —Cardenal Raymond Burke, LifeSiteNews, 22 de agosto de 2016

Hay un frente de grupos tradicionalistas, al igual que el de los progresistas, que quisiera verme como cabeza de un movimiento contra el Papa. Pero nunca haré esto…. Creo en la unidad de la Iglesia y no permitiré que nadie se aproveche de mis experiencias negativas de estos últimos meses. Las autoridades eclesiásticas, por otro lado, deben escuchar a quienes tienen preguntas serias o quejas justificadas; no ignorarlos, o peor aún, humillarlos. De lo contrario, sin desearlo, se puede incrementar el riesgo de una lenta separación que podría resultar en el cisma de una parte del mundo católico, desorientada y desilusionada. —Cardenal Gerhard Müller, Corriere della Sera, 26 de noviembre de 2017; cita de Moynihan Letters, # 64, 27 de noviembre de 2017

Mi oración es que la Iglesia encuentre un camino en esta Tormenta actual para convertirse en testigo de una comunicación digna. Eso significa escucha unos a otros —de arriba hacia abajo— para que el mundo pueda vernos y llegar a creer que hay algo más grande aquí que la retórica. 

En esto todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros. (Juan 13:35)

 

LECTURA RELACIONADA

Sobreviviendo a nuestra cultura tóxica

Yendo a los extremos

Golpear al Ungido de Dios

Entonces, ¿tú también lo viste?

 

Mark viene al área de Ottawa y Vermont
en primavera de 2019!
See esta página para obtener más información.

Mark tocará el hermoso sonido
Guitarra acústica McGillivray hecha a mano.

See
mcgillivrayguitars.com